ALERGIA AL HUEVO Y DERIVADOS
¡¡¡Buenos días gente!!! Ya hemos dedicado varias entradas en el blog a los huevos pero todas ellas desde el punto de vista microbiológico, haciendo referencia a uno de los peligros más conocido en este tipo de producto: Salmonella y a la Normativa que regula su uso en establecimiento públicos. Puedes revisar estas entradas aquí:
http://blog.apthisa.com/el-maravilloso-mundo-de-los-huevos-i/
http://blog.apthisa.com/el-maravilloso-mundo-de-los-huevos-ii/
http://blog.apthisa.com/el-maravilloso-mundo-de-los-huevos-iii/
Sin embargo hoy toca el hablar de este rico producto desde el punto de vista que venimo viendo en las últimas entradas: alergias e intolerancias.
El huevo es la causa más frecuente de alergia alimentaria en niños. Este tipo de trastorno, suele aparecer antes de los 2 años de vida y desaparece en los primeros 6 años. La prevalencia estimada de la alergia al huevo según las fuentes oscila entre el 0,5 y el 2,7% de la población infantil (lo bueno es que hasta un 55% de esos niños, serán tolerantes a los 6 años de edad). El huevo es, junto con la leche, el alérgeno que con mayor frecuencia se encuentra implicado en los pacientes con dermatitis atópica, síntomas digestivos y patología respiratoria asociada por inhalantes. También aparece implicado por supuesto, en reacciones más graves de anafilaxis.
Tanto las proteínas de la clara como de la yema pueden actuar como aeroalérgenos (alérgenos transmitidos a través del aire) y provocar asma. Es curioso que en algunos pacientes, el contacto con el huevo puede provocar urticaria, a pesar de tolerar su ingestión. Asimismo, hay pacientes que toleran la yema cocida, y, sin embargo, reaccionan a la ingesta de la clara debido a los diferentes alérgenos existentes en la yema y en la clara (como véis el huevo constituye un mundo de posibilidades…)
Todas estas reacciones suelen ser inmediatas y aparecer dentro de la primera hora tras la ingestión. Mediante prueba de provocación se ha visto que el huevo cocido es menos alergénico (provoca menos reacciones alérgicas). Muchos niños toleran el huevo cocido introduciéndose en su alimentación, permaneciendo su alergia a huevo crudo (ya sabéis que desde el punto de vista de la higiene el huevo crudo…ejem, ejem
El tratamiento actual más habitual de la alergia al huevo es evitar su ingestión y los alimentos que lo contienen mediante una dieta de exclusión estricta, pero en algunos servicios de alergia están ya haciendo, como veremos cuando hablemos de la leche, una pauta de inducción de tolerancia oral con resultados magníficos.
Puede encontrarse huevo o sus proteínas en productos de pastelería o bollería en general, pan, pastas, fiambres, patés, embutidos, caramelos, helados, cremas, flanes, quesos, gelatinas, consomés, sopas, algunas margarinas, salsas, etc., y bajo denominaciones o números E- (Lecitina: E-322, lisozima: E-1105, luteína E-161b).
También es destacable la presencia de proteínas de huevo en cantidades traza en alimentos que originalmente no las contienen, como consecuencia de contaminación industrial, debido a fabricación conjunta con otros alimentos que sí tienen dichas proteínas, contaminación de utensilios de cocina, uso de aceite para distintos fines, etc., o en la misma cadena de fabricación. Algunos medicamentos, preparados vitamínicos o gotas nasales contienen lisozima y en algunos inductores anestésicos se encuentran otros derivados del huevo. También es conocido el riesgo de posible presencia de pequeñas cantidades de proteínas de huevo en las vacunas víricas cultivadas en embriones de pollo. El riesgo de reacción adversa en estos casos es muy bajo y existen protocolos para garantizar la seguridad en la administración de la vacuna.
Así que ya veis…Rodeados de “huevito” que estamos. Cualquier consulta o comentario no dudéis en contactarnos.
Recordad que “JUNTOS ALIMENTAMOS LA SEGURIDAD”.
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