¿QUÉ INFORMACIÓN SE NOS DEBE SUMINISTRAR EN LA CARNICERÍA?

¡Buenos días!

Después de que la semana pasada os trajéramos una entrada referente a la información a comprobar en las pescaderías, hoy os traemos una entrada similar pero referente a la adquisición de carne. ¡Por que los carnívoros también tienen (tenemos) derecho a estar informados!;)

En primer lugar vamos a aclarar la diferencia entre los términos carne roja y carne blanca que muchas veces vemos que no está del todo claro: Esta denominación, blanca y roja se hace, sencillamente, por el color de la propia carne. Así, dentro de la carne roja tenemos la carne de vaca, de buey, de toro, la de caza en general, así como las vísceras que se pueden encontrar en las zonas de casquería. En el caso de la carne blanca, reciben ese nombre tradicionalmente la carne de pavo, de pollo y de conejo. Las de cordero y las de cerdo no se incluyen en ninguna en concreto, porque dependen de la edad del animal o de la parte escogida para considerarse carne blanca o roja.

Aunque muchas veces, nutricionalmente, se asocia el consumo de la carne, sobre todo la roja con algo “insano”, hay que decir que en su justa medida, este producto aporta múltiples beneficios: es una fuente de proteínas de alta calidad, materia prima necesaria para el crecimiento y la regeneración de los tejidos del cuerpo, presenta un  alto contenido en hierro, mucho más fácil de absorber que el de los vegetales, también contiene zinc, fósforo, magnesio y selenio (elementos que favorecen el correcto crecimiento y funcionamiento de tus células) y grandes concentraciones de vitamina B.

Ahora bien, desde el punto de vista de la Seguridad alimentaria, y en especial de la información a suministrar al consumidor en este tipo de productos diferenciaremos dos tipos de productos cárnicos: la carne de vacuno y ¡toda la demás!. El motivo de esta diferenciación es toda la trazabilidad que se solicita para vacuno (muchas más exhaustiva que para todas las demás carnes) a raíz del famoso problema de las vacas locas. Esta trazabilidad comienza en las explotaciones ganaderas de vacuno (nº de animales, crotales, libros de explotación….), pero este es otro tema ¡que si queréis tratamos otro día!

Al igual que lo que comentamos en pescados, aunque el producto se muestre a granel, sin envasar, debe de constar del correspondiente etiquetado visible al consumidor final (etiqueta, cartel informativo, pizarra….¡el formato es indiferente!) con el nombre del producto (denominación comercial de la pieza con referencia a la clase o tipo de canal de procedencia), precio por Kg y origen (desde la publicación del ya famoso Reglamento 1169/2011 está información se aplica también a carne fresca de porcino, ovino, caprino y ave de corral). En el caso de carne de vacuno, además se indicará:

  • Número de referencia o código que debe relacionar inequívocamente la carne con el animal del que procede (Nº crotal/lote).
  • País de nacimiento
  • País o países de engorde
  • País de sacrificio  y número de autorización sanitaria del matadero
  • País de despiece y número de autorización de la sala de despiece (si la carne pasa por esta sala: en ocasiones el despiece se produce en el propio matadero y no es necesario.)
  • Edad de sacrificio. En terneros de edad inferior a 12 meses.

 

En el caso de carne picada, si esta es de vacuno o es mezcla con un contenido de vacuno superior al 50% debe de indicarse:

  • Número de referencia o código que debe relacionar inequívocamente la carne con el animal del que procede.
  • País de elaboración.
  • País de sacrificio.
  • País de nacimiento y engorde cuando no coincidan con el país de producción o elaboración de la carne picada.

 

Como cualquier otro tipo de productos se indicarán además iingredientes o coadyuvantes tecnológico que causen alergias o intolerancias alimentarias. Esto es especialmente importante en carnes picadas o preparados cárnicos frescos que muchas veces encontramos en las carnicerías (rollos de carne, hamburguesas, albóndigas….).

Además, cualquier tipo de establecimiento cárnico  al por menor (carnicería, charcutería…), debe estar autorizado y registrado. Por ello debe disponer en lugar visible su número de autorización ¡Fijaros que así sea!

¡Ale! ¡Ya podéis ir a comprar carne solitos!

No dudéis en indicarnos cualquier consulta o comentario que queráis aportar. Porque “Juntos alimentamos la Seguridad”.

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