¡ Buenos días amig@s!
No sabemos si habéis oído o leído (si nos tenéis de amiguitos en facebook seguro que sí ;P ) que la Comisión Europea publicó la “Recomendación de la Comisión de 4 de abril de 2014 sobre la reducción de la presencia de cadmio en los productos alimenticios (2014/193/UE)”.
Hoy vamos a dedicar nuestra Red Informativa a este contaminante considerado «emergente»
El cadmio (Cd) es un metal pesado que se encuentra en el medioambiente de forma natural asociado a minerales de cinc, cobre o plomo, por lo que es un subproducto inevitable en las actividades mineras relacionadas con estos metales. Aproximadamente tres cuartas partes del cadmio producido se emplea en la fabricación de baterías (especialmente en las baterías de níquel-cadmio). También se emplea por sí solo como recubrimiento, pigmento, o en forma de aleación o compuesto con otros materiales para su uso en soldaduras, fabricación de pinturas, acrílicos, etc.
Su liberación al medio ambiente se ve incrementada por la acción del hombre (quema de combustibles fósiles, metalurgia, incineración de basuras) y por el uso de fertilizantes a base de fosfatos y de lodos residuales.
Las aguas residuales con cadmio, procedentes mayoritariamente de las industrias, terminan en suelos y océanos favoreciendo la acumulación de este material en productos agrícolas y productos marinos.
¿Cuáles son los efectos del cadmio? El cadmio no tiene ninguna función biológica en humanos ni en animales. Su absorción en el aparato digestivo es baja pero tiende a acumularse en el organismo, principalmente en el hígado y riñones, durante un tiempo estimado de 10-30 años. Puede causar disfunción renal y desmineralización de los huesos (bien de forma directa o indirectamente como resultado de la disfunción renal que afecta a la absorción de otros minerales necesarios para el organismo) Después de una prolongada y/o alta exposición, puede producirse un fallo renal y, a largo plazo, cáncer (la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, IARC, ha clasificado el cadmio como un agente de la categoría 1-cancerígeno para los humanos-).
¿Cómo se intoxica el ser humano? La mayor fuente de exposición humana al cadmio es la alimentación, de ahí que sea considerado un riesgo alimentario. Dado su potencial de acumulación en hígado y riñones en los animales, los niveles más altos encontrados en alimentos se dan precisamente en despojos comestibles (riñón>hígado>>otros despojos comestibles). También se encuentran niveles altos en marisco (sobre todo las vísceras de estos animales). En productos de origen vegetal, los mayores niveles se encuentran en algas, cacao, setas silvestres y semillas oleaginosas. En cuanto a la exposición, según estudios realizados, el grupo de alimentos que más cadmio aporta a la ingesta total es el de cereales, no por contener un nivel alto, sino debido a que supone una parte muy importante de la dieta.
¿Qué puedo hacer para minimizar el riesgo y al exposición? Las recomendaciones realizadas por Organismos Oficiales, corresponden principalmente al caso de crustáceos, pues son de los alimentos que mayor cantidad en cadmio contienen, concretamente en su parte oscura. De hecho la AESAN en un comunicado con fecha 14/04/2011 “recomienda limitar, en la medida de lo posible, el consumo de la carne oscura de los crustáceos, localizada en la cabeza, con el objetivo de reducir la exposición de cadmio”.
Las nuevas recomendaciones realizadas en abril de este año, van encamindas a las buenas prácticas agrícolas y a controlar su presencia principalmente en alimentos como cereales, hortalizas y patatas.
Ante cualquier duda referente en este aspecto no dudéis en contactar con nosotr@s.
Recordad que “Juntos alimentamos la seguridad”.